Reflexiones particulares
El Estado, la Iglesia, no reconocerán jamas la sordidez que hay enterrada dentro sus Instituciones, la sordidez de los miembros del Estado y la Iglesia durante mas de 80 años y la sordidez que se empeñan en mantener oculta los herederos y actuales miembros de todos los estamentos que tienen algo que ver con el estado, incluyendo a las clases profesionales mas "supuestamente" prestigiosas, muchos de ellos vivos todavía que callan y son cubiertos por un tupido velo desde las mismas instituciones que deberían investigarlos ya, si lo hicieran así, investigados ellos investigados los investigadores que van de la mano en el pasado y el presente, que participaron directa e indirectamente en crímenes de lesa humanidad hacia las personas, incluyendo el tráfico de bebés que a toda costa intentan dejar en la escombrera de sus vidas y de la sociedad y que a toda costa intentan mantener ahí sus propios descendientes para no ver manchados sus nombres y apellidos.
Hay que seguir conservando la honorabilidad que los acompaña enterrando lo mas profundamente posible con excusas de todo tipo, a los tipos y tipas que basan sus "logros" en la manipulación de sus propias historias de cara a la galería, porque lo que les importa al fin y al cabo es figurar con algún relumbre en una sociedad corrompida desde sus entrañas, sociedad que han creado a su medida y corrompiendo a su vez a sus herederos, es tanta la podredumbre y sordidez que arrastran que prefieren creer mentiras y medias verdades cubriéndose sus espaldas en aras de conservar una dignidad falseada.
Otros en cambio van escondiéndose por los rincones mas oscuros a ver si consiguen dejar a salvo sus nombres y los de sus consanguineos, cual ratas que huyen del barco que se tambalea hacia las alcantarillas de sus vidas y memorias, LA VERDAD con mayúsculas les son tan insoportables por la crudeza y sordidez de las mismas que han inventado una realidad paralela.
España sigue siendo la pandereta que ofrecemos al mundo, y como mención especial en el recuerdo a los españoles que han probado la mordida racista encubierta, porque ha olvidado a las miles de personas que nacieron bajo su férula en los países que colonizaron y que tuvieron por derecho de nacimiento y la soberanía española, igualdad de condiciones, Guinea Española hasta 1968 y el Sahara Español hasta 1976 que también están olvidados y desde aquí mi recuerdo y memoria que también la merecen, porque tienen igualmente sus derechos y sus muertos y sus cunetas que fueron y son las nuestras, aún mas olvidados y fosilizados.
Asi que......... todos a una como Fuenteovejuna.
Resumen
El jurista Baltasar Garzón defiende en este artículo que se mantenga la investigación de los crímenes franquistas, la creación de una Comisión de la Verdad para lograr la reparación histórica de las víctimas y el logro de 500.000 firmas para hacer la petición al Congreso.
La falsedad en la que vivimos respecto de los crímenes ha sido potenciada por la sentencia del Supremo.
¿Acaso el actual Gobierno ha mostrado interés en aplicar hasta sus últimas consecuencias la raquítica ley de la Memoria Histórica?
La Comisión de la Verdad debería acoger los
testimonios de las
víctimas, de los
causantes del
dolor y de los
expertos.
Las generaciones que vivimos el franquismo le debemos este esfuerzo a los que no lo conocieron y no saben el precio que se pagó.
Están frescas aún las palabras del Tribunal Supremo por las que, en forma de sentencia, se me “absolvía”, después de casi dos años de suspensión de funciones debido en gran parte a injustificadas paralizaciones del proceso, de un supuesto delito de prevaricación por haber intentado investigar, y que lo hicieran otros jueces territorialmente competentes, los crímenes del franquismo como crímenes contra la humanidad. Esta investigación no debería quedar enterrada como lo están más de 100.000 personas desaparecidas en los campos españoles, cuyos restos recuerdan la dignidad de quienes exigen justicia, frente a la indignidad de quienes lo hicieron y la indiferencia de quienes permiten que la justicia siga ausente, asumiendo la vergüenza internacional del olvido y el silencio.
El auto de la misma sala del pasado 29 de marzo (dictado, entre otros, por el magistrado Luciano Varela y el presidente Juan Saavedra, que mantuvieron, insistentemente, mi supuesto actuar delictivo por intentar investigar los crímenes del franquismo y proteger a las víctimas) resuelve la competencia en favor de los jueces de instrucción territoriales para la apertura de las fosas y recuperación de los cuerpos, algo que quedó perfectamente claro y diáfano en mi resolución de inhibición de 26 de diciembre de 2008, que ni siquiera mencionan.
No garantizan, ni siquiera el supuesto mínimo de reparación al no exigir, como deberían, la realización de aquel derecho indiscutible y universal de las víctimas, limitándose a citar normas internacionales que, de hecho, no aplican.
que buen articulo . .
ResponderEliminarMuchas gracias
EliminarSaludos cordiales